Escuché tu voz y fue suficiente para enamorarme.
Después conocí tu rostro, miré las dunas en tus ojos y me maravillé con cada detalle en el.
Conocí tu persona, tus gustos y lo que te disgustaba. Tus rituales y rutinas. Todas tus bondades y también tus defectos.
Conocí todo aquello que dejaste que viera y me encantaba saber que había aún más que no conocía.
Conocí tu amor y con el conocí una parte de mi que nunca había visto.
Conocí a la persona que soy a tu lado, la que soy cuando me atrevo a soñar en alguien como tú.