Desde que llegaste a mi vida, he perdido el miedo a caer; me has mostrado que siempre estarías tú ahí para atraparme.
La oscuridad de pronto pareció brillante, pues te encargaste de convertir cada uno de nuestros momentos en una luz que ilumina hasta mi más oscura noche.
Mis imperfecciones dejaron de frustrarme, pues sé que aún en ellas puedes encontrarme, que, aun con ellas, has decidido amarme.
Desde que llegaste a mí, me transformaste; mi vida de amor llenaste. Como un faro de luz, mi vida iluminaste. Un hogar en tu corazón para mí creaste.
Desde que llegaste, de la mano me tomaste y a un futuro juntos me guiaste.
Desde que llegaste...
¿Cómo no iba a enamorarme?