Son nuestras palabras el puente que conecta a nuestros corazones.
Aquellas que llevan las cartas que se envían entre ellos, que, aun sin nosotros saberlo, se cuentan nuestros secretos y cada uno de nuestros sueños.
Son ellos quienes, aun en nuestro sueño, pasan la noche en vela pensando en su otra mitad, añorando escuchar sus latidos, sentir su calor tan cerca como sea posible.
Son ellos quienes, al reencontrarse, le piden a nuestra mente quedarse, pues ellos lo saben, que es aquella persona a la que siempre quisimos encontrar y a la que pronto llamaremos hogar.