En una fracción de segundo tomé una decisión. Llamé al universo y ofrecí lo que pude, "No pediré nada nunca más, toma todos mis deseos, ella es el único deseo que necesitaré".
Desde el momento en que entraste a mi vida, fuiste tú. Todo lo que pude necesitar, todo lo que pude desear, fuiste tú.
Alguien con quien compartirlo todo, alguien con quien reír y llorar. Alguien a quien amar. Alguien a quien pertenezco.
Tú eras la pieza faltante, hiciste que todo tuviera sentido. Me hiciste tener sentido. Y en ese momento supe que eras la respuesta a cada pregunta, la razón a cada acción, el sentido de cada pensamiento y el sentimiento de cada latido.
Tú eres el último deseo que pedí. Y elegirte será para siempre el mejor paso que di.