Me pregunto si tú también has tenido que escalar tus propias montañas, si cada vez que la duda invadía tus pasos te librabas de ella pensando en nosotros, un futuro con alguien que aún era una incógnita y sin embargo, era una seguridad.
En que algún día, si bien no dejaría de haber montañas en nuestras vidas, jamás tendríamos que volver a escalar solos, lo haríamos juntos. Cada camino, cada vertiente, cada paso.
Sé que algún día, nos encontraremos en la cima de alguna, en ese momento de calma donde puedes admirar el paisaje y el cielo en su plenitud. Donde podremos ver el camino que dejamos atrás y el camino que ahora tenemos delante.
Querido futuro amor de mi vida:
Te espero en la cima.